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Exhibiciones Permanentes

Sala de Historia Precolombina:
Esta sala es de temática arqueológica y hace un recorrido por la forma de vida de los costarricenses desde los 12 mil años a.C hasta la llegada de los españoles, 1 500 años d.C. Está dividida cronológicamente según el cambio de los aspectos económicos, socio-políticos y religiosos de las sociedades que habitaron el territorio nacional, lo que define los períodos de ocupación:

1. Modo de vida De los Cazadores - Recolectores (12 000- 2 000 a.C).
2. Modo de vida Aldeano Igualitario (2000 a.C - 500 a.C)
3. Modo de vida Aldeano Cacical ( 500 a.C - 1 550 d. C.)

COSTA RICA NUESTRA
PRIMERA HISTORIA
Lic. Francisco Corrales Ulloa
Arqueólogo Departamento de
Antropología e Historia
Museo Nacional de Costa Rica

LOS MODOS DE VIDA
PRECOLOMBINOS DE COSTA RICA

La historia de Costa Rica no da inicio con la llegada de los españoles, sino mucho tiempo atrás, hace miles de años. La evidencia arqueológica recuperada hasta el momento indica que el territorio costarricense fue ocupado por los primeros grupos humanos hace unos 12,000 años. Desde esa época hasta la llegada de los españoles en el siglo XVI, se dio un largo proceso de desarrollo con características locales.

Debido a lo relativamente reciente de los límites políticos de la moderna Costa Rica, las ocupaciones precolombinas deben verse en el contexto del Sur de Centroamérica. El territorio ocupado por Nicaragua, Costa Rica y Panamá compartió una serie de características culturales y de desarrollo durante la época precolombina, que además lo asocian con el norte de Sudamérica conformando la división arqueológica conocida como Area Intermedia. Esta área no fue un depositario de los desarrollos alcanzados en Mesoamérica y los Andes sino que tuvo un proceso de desarrollo propio y fue un centro temprano de innovaciones tecnológicas y artísticas.

Nos interesa enfatizar en el conocimiento de los desarrollos locales y sus conexiones a nivel regional. Durante el periodo precolombino se recibieron influencias, pero estas se incorporaron dentro de la sociedad local adquiriendo características propias. A las influencias se les concede su debida importancia como agentes de cambio o de contacto pero no son los elementos fundamentales en la explicación del pasado precolombino.

REGIONES ARQUEOLOGICAS

En el territorio que ocupa actualmente Costa Rica se han postulado tres regiones arqueológicas que se extienden más allá de los límites políticos actuales de Costa Rica. Las fronteras de dichas regiones incluyen sectores de las actuales repúblicas de Panamá y Nicaragua.

Las regiones se distinguen por límites geográficos tales como cadenas montañosas, ríos y valles, y las características particulares de los asentamientos, enterramientos, objetos de cerámica, piedra y otros materiales en una zona determinada. En cada región se da una semejanza en la forma y estilo de los restos materiales por período de ocupación. También es posible ver relaciones de sucesión y cambio a lo largo del tiempo en un territorio determinado.

Los límites sugeridos para las regiones y subregiones deben verse como un marco general de referencia y no como fronteras fijas ya que no existe un consenso definitivo entre los distintos investigadores sobre los límites de las regiones propuestas o sobre los criterios para establecer dichas regiones.

Región Gran Nicoya

Su extensión comprende sectores del territorio de Costa Rica y Nicaragua. El sector costarricense se conoce como Subregión Sur o Guanacaste. Comprende la actual provincia de Guanacaste y el sector norte de la provincia de Puntarenas. La Cordillera de Guanacaste fue un límite flexible, pues algunas ocupaciones se extendieron hacia las Llanuras de Norte.

La subregión nicaragüense o Norte abarcó la mayor parte del Pacífico de Nicaragua. Ambas subregiones variaron su extensión en los distintos períodos de ocupación.

Región Central

Se extiende desde la Costa Pacífica hasta la Costa Atlántica. Se distinguen dos subregiones: la Central Pacífica que abarca el Valle Central y el Pacífico Central; y la Atlántica, que abarca el Valle de Turrialba y las Llanuras del Atlántico Central.

Las Llanuras del Norte, han sido poco estudiadas, pero posiblemente constituyen una tercera subregión. Sin embargo, la evidencia hasta ahora analizada sugiere que esta subregión tenía relaciones tanto con el resto de la Región Central como con la Gran Nicoya y el Atlántico nicaragüense.

Región Gran Chiriquí

Abarca el sureste de Costa Rica y el oeste de Panamá. Tanto en el sector panameño como en el costarricense se ha determinado que grupos relacionados habitaron a ambos lados de la Cordillera de Talamanca.

La subregión Panamá Oeste, abarca las actuales provincias de Chiriquí en el Pacífico y Bocas del Toro en el Atlántico con un patrón de ocupación que iba de costa a costa.

El Sector costarricense se conoce como la Subregión Arqueológica Diquís y va desde Quepos hasta la actual frontera con Panamá. Recientemente se ha establecido que al igual que en Panamá, ocupaciones relacionadas con las del Pacífico se extendieron a las estribaciones atlánticas de la Cordillera de Talamanca y al Valle de Talamanca.

MODOS DE VIDA PRECOLOMBINOS
EN COSTA RICA

La periodización general de la historia precolombina se divide en modos de vida. Modo de vida designa los aspectos económicos, sociopolíticos y religiosos de una sociedad en una determinada etapa de su evolución histórica. La duración de los modos de vida pudo ser de varios siglos y hasta de milenios. La distinción entre los mismos se debe principalmente a cambios en la organización sociopolítica y visión del mundo de la sociedad. Estos cambios se manifestaron en los diferentes materiales arqueológicos (utensilios, herramientas, viviendas y otros), que sobrevivieron a la acción del tiempo, de los agentes naturales y del hombre.

I. MODO DE VIDA DE LOS CAZADORES - RECOLECTORES (12,000-2,000 a.C.)

a. Los primeros pobladores
(12,000-8,000 a.C.)

De acuerdo con los datos más aceptados por los arqueólogos, el poblamiento de América se dio por grupos provenientes de Asia que entraron por el Estrecho de Bering, en el norte del continente, alrededor de 12,000 años antes de Cristo.

En Costa Rica, al igual que en otras partes del conti-nente, se ha encontrado evidencia arqueológica que ubica la llegada de los primeros habi-tantes alrededor de 10.000 años antes de Cristo. Este fechamiento se postula por la similitud de los materiales, en especial puntas de piedra para lanzas, con los de otros sitios arqueológicos encontrados en otros países (Colombia, México, Estados Unidos) que cuentan con fechamientos por la técnica del carbono 14. La evidencia es aún escasa pero de gran importancia para ubicar el punto de partida de nuestra historia.

Estos grupos eran nómadas, y estaban organizados en pequeñas bandas (10-30 individuos), que se desplazaron a lo largo del continente, buscando sitios adecuados para la caza y recolección de frutos silvestres. En los sitios arqueológicos Guardiria y Florencia-1, situa-dos en el Valle de Turri-alba, los arqueólogos han encontrado áreas de cantera y taller donde se fabricaban las herramientas de piedra típicas del período entre 10.000 y 8.000 a.C.: puntas de lanza, raspadores, cuchillos, perforadores y otros. Las herramientas de piedra eran fabricadas en materiales como cuarzo, jaspe -y otras piedras, y se utiliza-ban principalmente para procesar la carne, piel y huesos de los animales cazados, además fabricar otras herramientas en piedra, madera y hueso.

Estos grupos no conocían la agricultura, su dieta se basaba principalmente en la recolección de plantas silvestres y en la caza ocasional de grandes animales de la época o megafauna, tales como el mastodonte, el megaterio o perezoso gigante y el gliptodonte o armadillo gigante. Los cazadores-recolectores vivían en campamentos a campo abierto o en abrigos rocosos naturales, los cuales ocupaban de manera estacional.

Alrededor de ocho mil años antes de Cristo, los cambios climáticos por el aumento de la temperatura del planeta, produjeron cambios en la vegetación. Esta fue una de las causas de la extinción de la megafauna al desaparecer o cambiar las plantas que consumían. También se menciona en dicha extinción la caza excesiva de dichos animales por parte de los grupos humanos de la época. Una vez desaparecida la megafauna, los primeros pobladores continuaron la caza de las especies menores que existían desarrollando estrategias adaptativas a las nuevas condiciones.

b. De la caza-recolección a los primeros cultivos (8,000-2,000 a.C.)

En Costa Rica se tiene información para la primera parte del período (8000-5000 a.C.). Sin embargo, en este momento contamos con más interrogantes que respuestas acerca de como los primeros pobladores se asentaron definitivamente en el territorio.

Entre los 8,000 y 2,000 años antes de Cristo los grupos indígenas comenzaron a combinar la caza y recolección con los primeros cultivos. La evidencia sobre este período es escasa, y se limita a áreas de taller de herramientas de piedra y fogones en Arenal (Guanacaste) y artefactos de piedra en la zona de Turrialba. Los cambios climáticos ocurridos alrededor de 10,000 años a.C. se cree que provocaron la desaparición de la megafauna. De esta manera la caza se volvió más diversificada, incluyendo especies de menor tamaño como las que existen hoy en día. Las herramientas de piedra utilizadas estaban dedicadas al trabajo en madera, huesos, piedra y procesamiento de alimentos. Se consideraba que las prácticas de recolección fueron fundamentales, y es posible que los grupos realizaran rondas estacionales en determinadas zonas dependiendo de la época de maduración de los frutos, ocupando abrigos rocosos o campamentos a cielo abierto.

Para la segunda parte del periodo (5000-2000 años antes de Cristo) no se cuenta con suficiente información en Costa Rica, pero de acuerdo a la información que se cuenta a nivel regional (Panamá y Colombia) se propone la práctica de una agricultura incipiente de algunos tubérculos y el maíz, así como el mantenimiento de árboles frutales como el aguacate, el nance, y el guapinol entre otros, y palmas.

Estas prácticas se originaron en el conocimiento generado a partir de la recolección de plantas silvestres. El inicio de la producción de alimentos señala la aparición de un nuevo modo de vida.

II. MODO DE VIDA ALDEANO IGUALITARIO (2,000 a.C.-500 a.C.)

La agri-cultura cam-bió gradualmente la socie-dad indí-gena ya que pro-pició el crecimiento de la población, el esta-blecimiento de aldeas perma-nentes y la diferenciación social, entre otros aspe-ctos.

No se tiene en este momento información local de los agricultores incipientes y de como la agricultura se convirtió en la actividad principal. La evidencia que se tiene, en diferentes partes del país, corresponde al segundo y primer milenio antes de Cristo (2,000-1,000 a.C.). En esa época existían comunidades agrí-colas sedentarias, pequeñas y dispersas, que contaban con utensilios cerámicos y herramientas de madera, hueso y piedra dirigidas a las labores agrícolas y procesamiento de alimentos.

Se postula que la organización social de estos grupos era del tipo tribal. Las tribus se caracterizan por las relaciones igualitarias entre los individuos y la propiedad colectiva de los bienes, aunque ya durante este período se deben haber iniciado el proceso de diferenciación social.

El sistema agrícola más probable fue el de roza y quema. El bosque se cortó con la ayuda de hachas de piedra y cuñas y luego se quemó. Entre las prácticas agrícolas tempranas se dieron la vegecultura, la semicultura y una combinación de ambas.

El sistema de vegecultura es el cultivo de tubérculos como la yuca, el ñame y el camote. En este sistema agrí-cola se incluye el aprovecha-miento de ciertos árboles como el aguacate, el nance, así como de palmas y la práctica de la caza y la pesca. Se caracteriza por la diversidad de plantas en áreas pequeñas. La vegecultura es muy estable ya que demanda menos nutrientes en los suelos, provoca menor erosión y puede desarrollarse en áreas quebradas. Por lo general, las sociedades que la practican cambian muy lentamente. Con la introducción y desarrollo del cultivo de semillas o semicultura, en especial el maíz, frijoles y ayotes, se dan cambios internos dentro de la sociedad y la relación con la naturaleza. El sistema de semillas altera más el entorno. Requiere más nutrientes y provoca mayor erosión de los suelos. En compensación es más productivo y los productos de más fácil almacenamiento, lo cual fue clave para contar con excedentes de alimentos para las épocas en que no se cosechaba.

Es en este período que se cuenta con la evidencia más antigua de la manufactura de cerámica en Costa Rica. Los utensilios de cerámica fueron de gran utilidad para llevar a cabo las nuevas actividades domésticas generadas por la agricultura. La cerámica tem-prana presenta formas básicas de vasijas como ollas, vasijas cilíndricas, plato-nes, tecoma-tes y otros, decoradas con motivos distintivos ejecutados con técnicas como incisos (canales angostos hechos con objet-os puntiagudos), estam-pados (-dise-ños en serie ejecutados con la uña, bordes dentados de con-chas- entre otros), mode-lad-os (botones) y aplicaciones de tiras.

La información sobre los asentamientos más antiguos es muy escasa, por diversas razones. Una es la escasez de sitios debido a que la población era aún pequeña y dispersa. Otras son la conservación de materiales, la acidez de los suelos, la erosión, procesos de sedimentación y tectonismo. Debido a eso los arqueólogos tienen que recurrir a los pocos datos existentes para dar una visión aproximada de nuestros antepasados de esos períodos, quedando aún muchos aspectos por dilucidar.

III. MODO DE VIDA ALDEANO CACICAL (500 a.C-1,550 d.C.)

a. Transición de la sociedad tribal a la sociedad cacical (500 a.C.-300 d.C.)

Hacia 300 a.C. o 500 a.C., dependiendo de la región, la evidencia arqueológica indica cambios en las sociedades precolombinas. Se considera que el maíz llegó a consolidarse como cultivo principal en algunas regiones, en tanto que en otras se dio un sistema mixto de semicultura (semillas) y vegecultura (tubérculos y árboles), además del uso de recursos costeros y la cacería. Se ha propuesto por diferentes investigadores que muchas de las sociedades indígenas en este periodo cambiaron de una organización tribal, basada en las relaciones familiares o parentesco, a una organización cacical, con la presencia de un jefe o señor redistribuidor, líderes religiosos, artesanos especialistas y linajes familiares, así como poder hereditario. Sin embargo, esto no sucedió necesariamente al mismo tiempo en todas las comunidades y se pudieron dar variaciones de grupo a grupo en el grado de autoridad de las personas o segmentos dirigentes. Además, muchas comunidades pudieron permanecer en el nivel de tribu.

Los grupos cacicales por lo general establecen divisiones territoriales más marcadas. Además, necesitaron de nuevos territorios, tanto para producir mayor cantidad de alimentos como para controlar fuentes de materia prima. También, se dio el establecimiento de redes de intercambio de productos a nivel local, regional y hasta extraregional.

Factores como el crecimiento poblacional, las relaciones de intercambio y los cambios en el sistema de organización social favorecieron que algu-nas aldeas crecieran en tamaño e importancia con mayor poder económi-co, político y religioso. Para este período se distingue entre sitios correspondientes a aldeas pequeñas que solo presentan depósitos de restos de instrumentos de cerámica y piedra y las aldeas princi-pales donde se encuentran construccio-nes como basamentos, montícu-los, hornos, pozos y estatua-ria.

Para este período es particularmente distintivo el conjunto de artefactos de jade y otras piedras verdes, metates ceremoniales, remates de piedra para bastones y cerámicas elaboradas, que se colocaban dentro de los enterramientos como ofrendas funerarias. Estos artículos de acuerdo a su número, calidad y dificultad de obtención servían para indi-car el rango social del individuo. Este conjunto de ofrendas con sus variantes estilísticas regionales fue común en los enterramientos de este periodo en las diferentes regiones arqueológicas. La cerámica en las diferentes regiones comparte, en términos generales, la decoración con dos colores (bicromía en zonas) y adornos con formas de animales (zoomorfos).

b. Inicio de los Cacicazgos complejos (300-800 d.C.)

Como se mencionó para el período anterior el excedente generado a partir de prácticas agrícolas habría permitido a algu-nos individuos librarse de algunas de sus tareas como productores y asumir principalmente funciones de naturaleza política o religioso estableciéndose una jerarquización de la so-ciedad. Este nuevo tipo de organización sociopolítica se denomina cacicazgo, jefatura o señorío y se pudo presentar en gran variedad de formas. Dentro de los diferentes tipos de cacicazgos que se pudieron desarrollar existieron estratos sociales que comprenden jefes políticos, líderes religiosos (cargos que se vuelven hereditarios), guerreros, artesanos especializados y agricultores. El poder de los dirigentes o grupos dirigentes fue variable: pudieron funcionar como redistribuidores de los bienes producidos comunalmente con poder de decisión o solamente tener una opinión respetada pero no necesariamente obedecida. Por su rango tuvieron mayor acceso a los bienes más apreciados, especialmente los de intercambio, de difícil obtención o de gran manufactura.

Al interior de las comunidades la posición de los individuos más importantes en la jerarquía social se marcó, entre otros aspectos, por el uso de bienes que señalaban prestigio como jade, oro y otros, lugar de habitación prominente dentro de la aldea y un ritual y ofrendas funerarias más elaborados.

Se ha considerado como evidencia de la aparición de los cacicazgos la jerarquización de asentamientos, con aldeas principales y poblados secundarios, las diferencias en las ofrendas y estructuras funerarias y la presencia de bienes exóticos de intercambio. Las relaciones de subordinación entre aldeas pudieron favorecer la aparición de un cacique principal en la aldea dominante y de caci-ques secundarios en las aldeas subordina-das. La propiedad comunal sobre la tierra se acentuó con la for-mación de divisiones territo-riales.

A partir de 300 d.C. se encuentran aldeas grandes en las diferentes regiones, con diferentes obras de infraestructura, tales como basamentos, calzadas y montículos funerarios, que indican la capacidad de los dirigentes para movilizar la población para realizar dichas obras.

En términos generales se dio un proceso de cambio gradual hacia nuevas formas de organización social de las sociedades a lo largo de la historia precolombina de Costa Rica. Esto no quiere decir que todos los grupos evolucionaron de tribus a cacicazgos de una manera unilineal. Sociedades a nivel tribal o de cacicazgos simples pudieron coexistir con cacicazgos complejos hasta épocas tardías.

C. Cacicazgos Tardíos (800-1,550 d.C.)

A partir de 800 d.C. y hasta la llegada de los españoles en el siglo XVI, se presentó un incremento en el tamaño y complejidad del diseño interno de las aldeas en ciertos territorios. La presencia de numerosos cementerios simples y complejos, las obras de infraestructura masivas, la diversidad de bienes domésticos y suntuarios, el desarrollo de la orfebrería, el intercambio regional y los conflictos entre cacicazgos por territorios y recursos son elementos característicos de esta época.

Es posible que la introducción o desarrollo autóctono de variedades más productivas de maíz y otros cultivos, así como el desarrollo de mejores métodos de cultivo hayan permitido contar con un mayor excedente de alimentos. También se continuó con la explotación de diversos ecosistemas (litoral, manglar, selva) que permitieron una mayor variedad de recursos. A partir de allí se dio un incremento de la población, una mayor jerarquización social y relaciones de subordinación más fuerte entre los diferentes territorios. Periféricos a estos territorios, grupos tribales pudieron subsistir manteniendo diferentes niveles de interrelación. La experiencia acumulada sobre prácticas agrícolas y los contactos con otras áreas es posible que facilitaran este cambio en la sociedad precolombina.

En esta etapa el cacique pudo tener un mayor control sobre los medios de producción y pudo movilizar a la población para obras de mayor envergadura apelando a recursos religiosos, campo en el que el chamán cumplió una función primordial. Este personaje cumplía con funciones religiosas y curativas. Existieron diversos tipos de chamanes con diferentes rangos y funciones.

Continuaron también los símbolos de rango para los individuos dominantes, como su lugar de vivienda, artículos personales, así como el lugar, forma y ofrendas de enterramiento.

La organización territorial llevó al establecimiento de relaciones de intercambio de productos (alimentos, herramientas especializadas, bienes suntuarios), de alianzas políticas o de competencia por recursos, que eventualmente conducían a la guerra, tal como fue documentado por los españoles a su llegada en el siglo XVI.

Todo este desarrollo alcanzado por nuestros grupos indígenas precolombinos tendría una dolorosa transición después de 1,500 d.C. con la llegada de los conquistadores españoles. Se dará un nuevo modo de vida basado en la explotación de la fuerza de trabajo indígena. Pero de esta cruel confrontación saldría un nuevo habitante: el costarricense actual.

 

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